Abrirse a Dios. La Lectio Divina y la vida como oración

BENNER, D. G.

Abrirse a Dios.
La Lectio Divina y la vida como oración

Santander, Sal Terrae, 2011, 192 pp.

La grandeza del hombre está en su apertura a Dios, nos lo dice la Constitución GS antes de hablar del ateísmo moderno. Esta apertura se encuentra en la relación del natural y sobrenatural en el filósofo Blondel. Continúa esta doctrina el Cardenal jesuita De Lubac. Este tuvo que pasar con todas las tribulaciones del pensamiento que se llamó en Francia Nouvelle Théologie, representada por jesuitas y dominicos de gran valor, De Lubac, Chenu, Congar; Rahner, partiendo de las lecciones que había recibido de Heidegger, nos da el existencial sobrenatural. Estos teólogos no querían el concepto de natural puro.

Hoy más que apertura tenemos que hablar de comunicación. Si tomamos la terminología de Jakobson tenemos que decir que en la comunicación hay un locutor y un receptor y un mensaje. En la Lectio divina el locutor es Dios. Dios me habla en la Biblia. El hombre es el receptor. El mensaje es todo el misterio. El misterio de Dios por el hombre. Moltmann habla de la ontorevelación de Dios.

En la Lectio divina, Dios se abre y revela al hombre. Nuestro autor da mucha importancia a la Lectio divina. El hombre tiene que escuchar la lectura de la Escritura. Dios toma la iniciativa de la comunicación.

Otro medio de comunicarse con Dios nos dice el autor es la oración. En la oración el hombre habla y Dios escucha. Dios recibe las alabanzas, las peticiones del hombre. Tanto la Lectio divina como la oración son una comunicación entre Dios y el hombre. El efecto de esta comunicación es la transformación del hombre. Para la transformación del hombre, este tiene que dejarse modelar por Dios. La Palabra de Dios transforma también la unión con Dios en la oración.

El autor cita a San Juan de la Cruz. Este doctor nos habla mucho de la transformación. El medio en las noches son las virtudes teologales. Es la oración de San Juan de la Cruz “amada en amado transformada” Felicito al autor que ha sabido mostrarnos el sendero para la unión y la transformación en Dios mediante la Lectio divina y la oración.

– Miguel Gutiérrez.