No me escondas tu rostro

GOLUB, I.,

No me escondas tu rostro

Salamanca, Sígueme 1998, 225 pp.

El título de esta obra refleja un deseo, el de ver el rostro de Dios. Cuando se desea ver el rostro de alguien al que se quiere, eso es señal de que se tiene una esperanza en el futuro. Anhelar ver el rostro de alguien es también esperanza. Vivir valorando todo lo que se nos regala, con los ojos abiertos a tantas realidades llenas de riqueza, es sabiduría. Afrontando y desenmascarando el miedo a descubrir la vida tal cual es, y descubrirnos en cada paso, con el anhelo de crecer y amar. Hay un arma mucho mayor que el miedo: el amor, tenemos que ejercitar ese poder del que todos hemos sido regalados.

Meditaciones a propósito de la vida y para enseñar a percibir la vida despiertos. Fundamentalmente una invitación a vivir. Desde la pregunta tan simple de ‘Tú, ¿qué haces?’ somos conducidos a la tarea que a todos nos importa: nada más y nada menos que aprender a vivir. Esta es la idea del libro, que, sin un tema definido, se articula en cuatro partes: Vivir para los amigos; Ama y haz lo que quieras; Para estar alegres; Añoranza del rostro: meditaciones acerca del cuerpo.

Resulta un libro vivo, las reflexiones son ágiles y actuales. Es uno de esos libros para recomendar, de lectura fácil, entretenida y que se puede ir leyendo en ratos aislados.

– Miguel Márquez