El arte de ser feliz

Grün, A.,

El arte de ser feliz

Sal Terrae, Santander, 2008, 141 pp.

«Todos los seres humanos quieren ser felices» (Platón). Es cierto, pero no todos escogen o encuentran el camino para serlo, pues muchos creen que para ser feliz hay que poseer muchas cosas. Y, entonces, la felicidad se aplaza, más y más, esperando conseguir la casa soñada, el coche del último modelo, un mejor trabajo…Pero, no; la felicidad completa no llega. Aunque se consiga todo lo añorado, que ya es difícil, sigue un gran vacío y las ansias de tener no se colman con nada. Y todo es simplemente porque se pone la fuerza en el tener y no en el ser. Tendríamos que tener muy en cuenta un pensamiento de Zig Ziglar: «Hasta que usted no sea feliz con lo que es, nunca será feliz con lo que tiene». La felicidad está dentro de cada uno, sólo hace falta abrir los ojos.

«El hombre es infeliz porque no sabe que es feliz. Sólo por eso…Quien se dé cuenta de ello será feliz de inmediato, en ese preciso instante» (Dostoievki).

«Ser feliz significa, nos dice Grün, estar en armonía conmigo mismo, estar por entero en el momento presente, permanecer en la quietud para poder vivir plenamente cada instante y estar abierto al milagro del encuentro, prestar atención a todo cuanto hago. La felicidad se expresa en la gratitud, en la serenidad y la libertad interior, en la alegría y el amor, en la salud y la satisfacción. Quien ejercite estas diez actitudes se sentirá feliz una y otra vez. Pero no poseerá la felicidad, porque ésta no se deja retener, sino que únicamente podemos percibirla por un instante. El presente libro no nos promete la vivencia de la felicidad, pero sí pretende mostrarnos un camino que puede llevarnos a tocar la felicidad en medio de los altibajos de nuestra vida, en los instantes luminosos y también en los instantes oscuros de nuestra existencia».

La felicidad no se compra, es un arte que hay que aprender. Para ello el autor propone diez actitudes que son las que desarrolla a lo largo del libro: alegría, amor, armonía, atención, encuentro, gratitud, quietud, salud, satisfacción y serenidad.

Todas estas actitudes son importantes, pero la más necesaria de todas, es sin duda, el amor. La felicidad está relacionada con la apertura a Dios y a los demás. El amor es uno de los factores más indispensables para conseguir la felicidad, pues «la vocación de todo hombre y de toda mujer es servir a otras personas» (Tolstoi) y «la mayor alegría en la vida, es darse a los demás» (M. Teresa de Calcuta). El darse a los demás es fuente de vida y felicidad. El que trata de ser feliz a solas, de vivir, no consigue nada. Sin embargo, quien no tiene miedo de perder su vida, dando la suya a los otros, es plenamente feliz. «Nadie tiene mayor amor que quien da la vida por sus amigos» (Jn 15,13).

– Eusebio Gómez Navarro