«En aquel tiempo Jesús bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los echaban a sus pies y él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino»». Los discípulos le pregunta ron: «¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?». Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete y unos pocos peces». Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete cestas llenas»
Comenta: José María Castillo
1 . Las dos cosas que más preocupan a todo el mundo son la salud y la alimentación. Estar sano y no pasar hambre. Por eso, lo que más deseamos los humanos es no estar enfermos y poder comer. Es lo más humano. Lo más común a todos los humanos. En esto todos somos iguales. Y esto es previo y más elemental que la cultura, la religión, la nacionalidad…
2. Por eso las dos preocupaciones más fuertes de Jesús fueron la salud de los enfermos y la comida de los hambrientos. Esto explica que los dos temas que más se repiten en los evangelios son las curaciones de enfermos y las comidas de Jesús, de los pobres, de los discípulos … La salud y la alimentación aparecen en los evangelios mucho más que la oración, el culto, la liturgia. Basta leer los evangelios con atención y contar las veces que se habla de curaciones, de comidas, de oración, de culto religioso… Esto es capital, enteramente capital, para empezar a entender el Evangelio, la vida de Jesús y el mensaje que nos quiso dejar.
3. Para Jesús es más importante «lo humano» que «lo religioso». Porque Dios, según Jesús, se ha humanizado de forma que a nuestro Dios lo encontramos, ante todo, cuando nos portamos con humanidad, de forma que la religiosidad es válida solamente cuando nos hace más humanos y nos ayuda a vencer la deshumanización que todos llevarnos dentro. Sin duda, al decir esto, estamos tocando una de las cuestiones básicas en las que las religiones más se equivocan y más desorientan a la gente.