ÁLVAREZ, R. J.,
Recuperar el alma.
Hacia la psicología de los valores
Sal Terrae, Santander, 2003, 181 pp.
Cambiar desde dentro, y no desde fuera. Este es el objetivo que busca presentar el autor. Este cambio implica el incremento de la autoestima, mejora las relaciones interpersonales, y logra la sensación de control del tiempo propio. El propósito central de las 181 páginas de la obra se funda en estos dos pilares: la Logoterapia de V. Frankl y la psicología de los valores. Desde el cuento de «La camisa del hombre feliz» —no se olviden de él— y como introducción, J. Álvarez desarrolla los contenidos de su obra en nueve capítulos: Provocación, reacción; El arte de cambiar proactivamente; Caretas fuera; A la búsqueda del alma; Los paradigmas del alma; Efectos secundarios; Superar los escollos; Caminar por la vida.
Este cambio, desde dentro, no el de fuera, es clave: el esquema de este cambio nos lo presenta en la página 23, para que el lector comience su tarea. Obsérvenlo. Son muchos los rodeos, las pistas, las técnicas… que ofrece… muchos árboles que pueden entorpecer la vista del bosque de la vida. Vida que se presenta muy misteriosa, pero es legible. Y hay que aprender a leer… Las conclusiones a las que nos remite el autor las enuncia y semidesarrolla en las páginas 179-181. Muy acertadas.
Los dos cuentos y la fábula, en los cuales J. Álvarez se apoya, son clarificadores por sus sensatas propuestas: si «La camisa del hombre feliz» prologaba la obra, el «Sueño del aldeano» cierra todos los capítulos.
Nos apoyamos en las tres moralejas vitales con las que el autor finaliza la obra que reseñamos. Dice así J. Álvarez, y nosotros con él: lo verdaderamente valioso no está en ningún lugar lejano, sino en lo más familiar que tenemos: en nosotros mismos. Lo más poderoso es a menudo lo más pequeño, lo más sencillo. Para no dejarnos embaucar por vendedores de maravillas, lo más seguro es mirar directamente con nuestros propios ojos y no con el filtro de los prejuicios ajenos (p.181). Manos a la obra, pues, y el cambio desde «dentro» se realizará día a día.
– Ildefonso Peñas